¿POR QUÉ LUCHAMOS CONTRA EL RENTISMO?
Todas hemos tenido malas experiencias con nuestros caseros y cuando llegamos a una asamblea del Sindicato nos damos cuenta de que se trata de un problema estructural. Inquilinas y rentistas estamos enfrentadas porque nos han quitado la posibilidad de tener control sobre nuestra vivienda. La clave de esta relación es que hay una gran desigualdad de poder: a los rentistas les sobran las casas que nosotras no tenemos, esto hace que nos veamos forzadas a aceptar sus condiciones. Además, juegan con mucha ventaja: el rentismo inmobiliario, bien organizado y con todas las leyes a su favor, tiene todo el poder para seguir asfixiándonos, subiendo los precios y expulsándonos de nuestras casas con toda facilidad. Un sistema que favorecen el uso especulativo en lugar de proteger el acceso de todas a una vivienda digna.
Aunque la vivienda nunca ha dejado de ser un foco de problemas para las clases populares, hoy se ha colocado en el centro de la desigualdad social. Nuestro objetivo es organizarnos, quienes sufrimos día a día las consecuencias de este modelo, para crear ese poder inquilino que hoy nos permita mejorar nuestras condiciones de vida y que mañana sea capaz de acabar con la explotación que supone tener que pagar por acceder a un hogar digno. Acabar con el negocio de la vivienda.
Para avanzar en esta dirección es necesario aplicar técnicas, tácticas y estrategias que lleven a conseguir pequeños y grandes cambios. Para poder impulsar este cambio estructural que todas queremos, necesitamos disputar el marco mental y material del orden actualmente establecido, en el que vale más el derecho a la propiedad que el derecho a tener un hogar digno. Y para conseguirlo necesitamos una organización que luche, ejerciendo un sindicalismo donde nos organicemos para hacer frente a los abusos de la propiedad.
Lo hacemos por medio del asesoramiento colectivo (asambleas de inquilinas sobre casos o conflictos en marcha) y por medio de la Comisión de Acción Sindical donde estudiamos las estrategias concretas y las campañas generales…
También, junto a otras organizaciones, hacemos patente este problema y presionamos para cambiar las reglas del juego.
Nuestras apuestas estratégicas nacen de la ideas de sindicato como modelo organizativo. Apostamos por la organización autónoma de inquilinas con dos soportes: la solución de conflictos concretos y, por medio de ella, la generación de un programa que nos permita ganar poder autónomo y tener incidencia política.